Vehículo eléctrico: Así evoluciona su introducción según el informe de la IEA
22 junio, 2022
Si la rapidez con la que está ocurriendo la revolución del coche eléctrico es suficiente o no es cuestión de opiniones. Después de la publicación del informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) sobre una visión global del vehículo eléctrico, para algunos medios de comunicación, como The Economist, no es suficiente y titula un artículo “La revolución del vehículo eléctrico no es lo suficientemente rápida”.
Si bien es cierto que podría esperarse una penetración más grande del vehículo eléctrico en el sector automovilístico, cogerlo con optimismo o pesimismo depende mucho de cómo se mire. De hecho, si intentamos ver el vaso medio lleno, el informe de la IEA apunta que el mercado global de coches eléctricos se duplicó en 2021.
Sin embargo, si comparamos el número total de coches a nivel global que circulan por el planeta, los eléctricos siguen siendo un producto nicho. Se calcula que hay en circulación unos 16 millones de coches eléctricos en todo el mundo, pero eso es una parte muy pequeña del total de más de mil millones de coches que están funcionando actualmente.
Aun y así, el sector no debe desanimarse, conquistar un mercado tan grande como el automovilístico no puede hacerse en un día. Además, la escala de la revolución eléctrica es tan potente que requiere tiempo de adaptación. Por otro lado, hay datos positivos que apuntan que la acogida del vehículo eléctrico por parte del consumidor es cada vez mayor.
Por ejemplo: en 2012, el número total de coches eléctricos que se vendieron en todo el año sumó 120.000 unidades. En 2021, es decir, en menos de diez años, esa cantidad es la que se vende cada semana a nivel global. Un indicador de cómo realmente hay una penetración del vehículo eléctrico en el sector automovilístico.
Sin embargo, no todas las regiones del mundo han mostrado una adopción del vehículo eléctrico tan esperanzadora. Si bien Europa y China son las líderes en la revolución, donde se han alcanzado cuotas de mercado del 16% y 14%, respectivamente, hay países muy importantes, como Estados Unidos, en los que no se llega ni siquiera al 5%.
Así que la paciencia no es lo único necesario para ver cómo el vehículo eléctrico se posiciona en el sector automobilístico. Y es que el sector tiene todavía muchos retos estructurales por solucionar: estructuras de recarga, suministro estable y fiable de los minerales necesarios para la fabricación de las baterías, que haya una cadena de suministro funcional, conseguir que la energía para los coches provenga de fuentes renovables, etcétera.
Del mismo modo en que en 2021 bajaron las ventas de coches tradicionales y subieron las de coches eléctricos, quizá es momento de focalizarse en mercados considerados secundarios, es decir, en países en los que la propiedad de coches no está tan extendida.
Además, suele coincidir que estos países son los que necesitan grandes reformas en sus sistemas energéticos, tanto en las formas de producirla como en sus redes de distribución. Esta puede ser una gran oportunidad para el sector, ya que podría dirigirse a nuevos consumidores que no tienen coche, a la vez que confecciona la infraestructura necesaria para que estos coches sean eléctricos.
Sea como sea, y teniendo en cuenta lo que decíamos al principio, lo más importante que podemos sacar de este informe de la IEA es que, globalmente, se ha pasado muy rápidamente de cuestionar la factibilidad de la tecnología de los coches eléctricos a su distribución a escala masiva.
Se trata de un cambio de mentalidad y de paradigma muy potente que se ha dado en pocos años, una señal de que en pocos años más puede haber una evolución mucho más grande. El foco ahora hay que ponerlo en cómo acelerar el proceso y en dar solución a los retos que plantea una mobilidad eléctrica a escala global.