¿Por qué consume tanta energía la IA?: Razones y consecuencias
28 de mayo, 2025
La inteligencia artificial (IA) está transformando la forma en que operan las empresas. Desde asistentes virtuales hasta sistemas de análisis predictivo, la IA se ha convertido en una herramienta clave para la eficiencia, la innovación y la competitividad. Sin embargo, este avance viene acompañado de un coste importante que a menudo pasa desapercibido: su enorme consumo de energía.
El consumo energético IA está creciendo a un ritmo acelerado y plantea importantes desafíos tanto para el sector energético como para las organizaciones que adoptan esta tecnología. ¿A qué se debe este alto consumo? ¿Qué impacto tiene sobre las empresas? ¿Y cómo puede afrontarse de forma eficiente? Lo analizamos a continuación.

¿Por qué consume energía la IA?
El funcionamiento de la IA, especialmente en sus versiones más avanzadas, requiere una potencia computacional muy elevada. Modelos de aprendizaje automático y redes neuronales profundas se entrenan con millones de datos, lo que implica cálculos intensivos durante largos periodos de tiempo. Este proceso se lleva a cabo en centros de datos equipados con GPUs (unidades de procesamiento gráfico) de última generación, que requieren grandes cantidades de energía eléctrica y refrigeración constante.
Además, no solo el entrenamiento consume energía. Las aplicaciones de IA también necesitan recursos para funcionar en tiempo real. Cada vez que un usuario interactúa con un chatbot o un sistema de recomendaciones, se realiza un proceso de inferencia que, aunque menor que el entrenamiento, multiplica su impacto cuando se repite millones de veces al día.
En resumen, la IA consume energía porque:
- Procesa grandes volúmenes de datos.
- Utiliza hardware de alto consumo.
- Requiere sistemas de refrigeración intensivos.
- Está disponible 24/7.
- Escala de forma masiva en múltiples sectores.
¿Cuánta energía consume la Inteligencia Artificial?
Los datos son contundentes. Un estudio de la Universidad de Massachusetts Amherst reveló que entrenar un modelo de lenguaje natural como BERT puede generar más de 284 toneladas de emisiones de CO₂, el equivalente a cinco coches durante toda su vida útil. Modelos aún más avanzados, como los de IA generativa, superan con creces esa cifra, llegando a consumir varios megavatios hora solo en el proceso de entrenamiento.
Y no se trata solo del entrenamiento. Las consultas diarias que reciben estos sistemas también tienen un impacto significativo. Por ejemplo, se estima que una sola consulta a un modelo de IA generativa puede consumir entre 2 y 10 veces más energía que una búsqueda tradicional en Google.
Además, a medida que la IA se integra en más procesos y productos, su demanda energética global seguirá creciendo. Según algunas proyecciones, el consumo energético asociado a la IA podría multiplicarse por tres antes de 2030, lo que obligará a empresas y proveedores de energía a adaptarse rápidamente a este nuevo panorama.
¿Cómo actúan las grandes empresas de internet?
La inteligencia artificial ofrece enormes ventajas para las empresas: automatiza procesos, mejora la toma de decisiones y potencia la competitividad. Pero también supone un reto: su elevado consumo energético, especialmente en sectores intensivos en datos.
Las grandes empresas digitales lo saben y adoptan un enfoque estratégico, apostando por centros de datos sostenibles, modelos eficientes y monitorización constante del consumo.
En este sentido, contar con un socio energético especializado marca la diferencia. En Novaluz ayudamos a tu empresa a adaptar su tarifa, optimizar el uso energético y prepararse para un entorno cada vez más tecnológico.
Claves para reducir el impacto energético de la IA:
- Evalúa el consumo antes de implantar IA.
- Elige modelos eficientes y optimizados.
- Controla tu consumo en tiempo real.
- Ajusta tu tarifa con un proveedor especializado.
Conclusión: eficiencia e innovación no están reñidas
La revolución de la IA ya está en marcha y, lejos de ser incompatible con la sostenibilidad, su desarrollo está cada vez más ligado a un modelo energético inteligente y eficiente. En el ámbito de las energías renovables, la inteligencia artificial juega un papel determinante, optimizando la producción, el almacenamiento y el consumo. Innovar no es consumir sin control, sino hacerlo con inteligencia, estrategia y eficiencia.
En Novaluz, creemos que las empresas pueden ser punteras en tecnología sin sacrificar su rentabilidad ni su sostenibilidad. Nuestro objetivo es ayudarte a aprovechar todo el potencial de la IA, sin que tu consumo energético se dispare.
¿Quieres saber cómo optimizar el uso de la energía en tu empresa mientras adoptas IA? Contacta con nuestro el equipo de expertos de Novaluz o descubre más recursos en nuestro blog.
