Impuesto al sol: qué es y cómo funciona en España
12 de junio, 2025
¿Sabías que durante varios años en España tener paneles solares podía suponer pagar un recargo económico al Estado? Esta medida, que desconcertó tanto a empresas como a particulares interesados en la transición energética, fue conocida como el “impuesto al sol”. A pesar de su nombre llamativo, su impacto fue más profundo de lo que parece a simple vista.
En este artículo te contamos qué fue exactamente el impuesto al sol, por qué se eliminó, las consecuencias que tuvo y cómo ha beneficiado a las empresas su desaparición. Además, analizamos su posible regreso en el futuro. Si estás valorando apostar por el autoconsumo fotovoltaico en tu negocio, esta lectura te interesa.

¿Qué es el impuesto al sol?
El llamado impuesto al sol fue una medida legislativa introducida en España en 2015 bajo el Real Decreto 900/2015, que regulaba el autoconsumo eléctrico. Esta normativa establecía que los usuarios que generaban su propia electricidad a través de paneles solares debían pagar cargos por la energía autoconsumida, incluso si no se vertía a la red eléctrica.
Su objetivo, según el Gobierno en aquel momento, era mantener los costes del sistema eléctrico equilibrados, ya que los autoconsumidores seguían usando la red en algunos momentos, aunque en menor medida.
Este gravamen generó una fuerte polémica, especialmente porque desincentivaba el desarrollo del autoconsumo en un país con tantas horas de sol como España.
¿Por qué se derogó el impuesto al sol en España?
En 2018, con un cambio de gobierno, se aprobó el Real Decreto-ley 15/2018, de medidas urgentes para la transición energética, que eliminó el impuesto al sol. Este movimiento fue aplaudido por el sector energético, organizaciones ecologistas y empresas interesadas en fuentes limpias.
Las razones de esta derogación fueron múltiples:
- Fomentar el autoconsumo energético como vía para la descarbonización.
- Adaptarse a las directrices europeas en materia de energías renovables.
- Eliminar las barreras administrativas y económicas que frenaban el avance del modelo energético descentralizado.
El propio decreto reconoce la necesidad de democratizar el acceso a la energía, permitiendo que cualquier ciudadano o empresa pueda producir y consumir su propia electricidad sin penalizaciones.
¿Qué consecuencias tuvo el impuesto al sol?
El impuesto al sol tuvo varias consecuencias negativas para el desarrollo del autoconsumo fotovoltaico en España:
- Retraso tecnológico: Mientras otros países europeos avanzaban en instalaciones de autoconsumo, en España el sector se estancaba.
- Desconfianza empresarial: Muchas compañías frenaron sus planes de inversión en renovables por la inseguridad jurídica y la escasa rentabilidad derivada del impuesto.
- Pérdida de competitividad: Las empresas españolas no pudieron aprovechar las ventajas del autoconsumo como ahorro energético o reducción de huella de carbono.
- Protesta social: La normativa generó un fuerte rechazo entre consumidores, ONGs y expertos, llegando incluso a calificarse como un “peaje ideológico”.
En definitiva, el impuesto supuso un freno al desarrollo de un modelo energético más sostenible y autosuficiente.
Ventajas de la eliminación del impuesto al sol para las empresas
Desde su derogación, el autoconsumo ha vivido un auténtico boom en España, especialmente en el entorno empresarial. Estas son algunas de las principales ventajas que las empresas han experimentado tras la eliminación del impuesto:
Ahorro económico
Instalar placas solares ahora resulta mucho más rentable, ya que no se aplican cargos por la energía producida y autoconsumida. Las empresas reducen significativamente su factura eléctrica.
Sostenibilidad corporativa
El autoconsumo permite avanzar hacia una política de sostenibilidad real, reduciendo las emisiones de CO₂ y mejorando la imagen de marca ante clientes, proveedores y sociedad.
Mayor independencia energética
Al producir su propia electricidad, las empresas reducen su dependencia de las grandes comercializadoras y de las subidas de precios del mercado energético.
Revalorización de instalaciones
Contar con sistemas de autoconsumo puede incrementar el valor de los inmuebles, lo cual es una ventaja adicional para compañías con edificios en propiedad.
¿Cuál es el futuro del impuesto al sol en España?
A día de hoy, el impuesto al sol está derogado y no hay indicios claros de que vuelva a implantarse. La tendencia tanto en España como en Europa es fomentar el autoconsumo, facilitar las comunidades energéticas y avanzar hacia una transición energética justa.
Según expertos en regulación energética, el foco actual está en:
- Simplificar los trámites administrativos para instalaciones solares.
- Incentivar la instalación de sistemas de almacenamiento (baterías).
- Promover el autoconsumo compartido y colectivo.
La Unión Europea, además, establece normativas que protegen el derecho de los ciudadanos a generar su propia energía sin cargos abusivos.
Conclusión
El llamado impuesto al sol fue una de las medidas más controvertidas en la historia reciente de la política energética en España. Su existencia generó un freno a la innovación y al desarrollo sostenible. Por suerte, su eliminación ha supuesto un nuevo comienzo para el autoconsumo, especialmente para empresas que hoy pueden disfrutar de los beneficios económicos y medioambientales de producir su propia energía.
En Novaluz, apostamos por un modelo energético inteligente y sostenible para las pymes españolas. Si estás pensando en dar el paso hacia el autoconsumo, este es el mejor momento para hacerlo.






